Lo que se sabe hasta hoy de la relación Enrique Peña-Juan Armando Hinojosa, es nada. Apenas una pizca, la punta del iceberg dirían los clásicos. Son más de 15 años de tratos, negocios, que iniciaron cuando el hoy presidente era el secretario de Administración de Arturo Montiel. La fortuna de Juan Armando, que hoy asombra a quienes lo conocieron cuando no era nadie, se hizo en el Estado de México. Si aquí le rascan saldrá pus por todos lados.*Tres personajes en particular dieron a ganar cientos, miles de millones de pesos, a las empresas de Juan Armando: Enrique Peña, Luis Videgaray y Gerardo Ruiz Esparza. Sí, sus principales benefactores han sido el hoy presidente, su secretario de Hacienda y su secretario de Comunicaciones. Ahí nada más para irle midiendo el agua a los camotes.*Juan Armando entra de lleno a las grandes ligas de los negocios de la infraestructura pública asesorado por David Peñaloza, en ese entonces prácticamente en la quiebra. Juan Armando se asoció con él y crearon Pinfra, que ahora hasta en bolsa cotiza. Si se investiga por ese lado saldrá a relucir los nombres de muchos priístas que hoy están en el poder.*Es tal el espiral de caída de Peña que poco se ha dicho del ocaso de David López, quien se había convertido en la sombra, en el Fouché norteño que de la noche a la mañana pasó de responsable de comunicación social a consejero personal. David soñó con ser gobernador de su tierra natal Sinaloa, pero hoy apenas si le alcanza para mantenerse en la nómina. Nada es para siempre, nada es para tanto.*Sin darlo por muerto, porque en política ese es un error táctico, David López Jr. ha sido desplazado por la diputada Laura Barrera como la opción uno para suceder en la alcaldía de Metepec a Carolina Monroy. El hijo de David sigue en caída libre mientras que la hija de Heberto Barrera y esposa de Luis Maccise, sigue en ascenso. La correlación de fuerza ha cambiado sustancialmente los últimos dos meses. *Eruviel reaccionó, como siempre, demasiado tarde. Pasaron meses para que fijara una postura en torno al atroz ecocidio que se comete en nombre del progreso en los terrenos por donde pasará el tren México-Toluca y el segundo piso de la autopista. Eso de que van a sembrar 350 mil árboles para compensar la muerte de los 40 mil que han arrasado hasta hoy, es sólo demagogia forestal. El chiste no es sembrar 350 mil, sino que maduren, que lleguen a 20, 30 o 50 años como los que mataron. Ni con tres millones de plantas podría resarcir el daño al medio ambiente que le han hecho.