El PRI se prepara para la jornada electoral más importante de la historia de México mientras trata de digerir el tercer lugar de su candidato presidencial, José Antonio Meade, que, todo indica, es inobjetable. Pero, ojo, esto no es razón para que la entrenada maquinaria priista no intente, hasta el último día hacer trampa, un ejercicio para el que han practicado toda la vida. Además de intentar campañas de anulación del voto, de denostación contra otros aspirantes, de haber infiltrado desde siempre a los empleados del INE y del IEEM, ha soltado en los últimos días un discurso cuidadosamente construido, a pesar de lo burdo que resulta, una narrativa de la victoria en el cual se han montado todos sus candidatos, del tamaño que sean.*Este discurso está perfectamente ensayado y comienza a articularse en las calles, desde los cierres regionales de campaña en los cuales las plazas se atiborran de acarreados. Las fotos en redes sociales y los videos de esa demostración de músculo corporativo muestran al auditorio una escena ideal: el PRI apoteósico repuntando y enfrentándose a cualquier reto y peligro, en este caso el peligro que para ellos representa AMLO. A pesar de la estulticia que resulta este balbuceo, muchos se lo tragan. Este fin de semana el centro de Toluca lució pletórico: la marea roja del PRI tomó la Plaza de los Mártires y desde las tomas aéreas se pudo observar que no cabía un alfiler, pero también la mayor parte de los asistentes eran acarreados, gente humilde obligada a vitorear a Meade. No importa que después se supiera de los cientos, quizá miles de acarreados porque eso lo transmitieron muy pocos o nadie. El mensaje de repunte y unidad se esparció por las redes sociales, sobre todo para que llegara adecuadamente a destino. Ténganlo por seguro: el PRI hará fraude y la maquinaria para fabricarlo se puso en funcionamiento hace mucho y nadie o muy pocos se dieron cuenta.*En este país ahogado en sangre y de plano quebrantado en todos y cada uno de los rubros sociales que lo componen, cada vez son menos a los que les va bien, pero a quienes les va mal son legión, quizá el 90 por ciento de los habitantes viven en zozobra, esperando que su día a día les permita por lo menos conservar lo que ya tienen. Casi todos estamos ahí, en distintos niveles aunque en la misma perspectiva de quiebra financiera, de secuestro o asesinato a las puertas de nuestra casa, mientras que los otros, los dueños de las superempresas, la clase política deleznable, las cabezas de la real delincuencia organizada, quizá menos del 7 por ciento de la población de este país, viven por encima de la ley y de cualquier tipo de valor o moral *El asesinato de Juan Hernández García no provocó nada. No causó ninguna reacción, no afectó a nadie y nadie hizo el mínimo comentario, excepto las notas de rigor informado el hecho en el que el director de Seguridad del municipio de Texcaltiltlán fue secuestrado por un comando mientras vacacionaba y después ejecutado, abandonado su cuerpo en el paraje de Las Puertas en el municipio de Sultepec. Esa violencia que azota al Estado de México y que cada vez es más, sin embargo, se ha normalizado de la peor de las formas en esta Nación Peña Nieto, donde todo es peor de lo que parece pero también parece que así debería ser. La muerte del normalista de Ayotzinapa, Julio César Mondragón, nacido en el pueblo de Tecomatlán en el Edoméx, es otro ejemplo de lo atroz que es este país cuando le arrancaron el rostro estando vivo. ¿Qué pasa en este México que nada nos conmueve? *¿Quién diablos es Miguel Melo Pagola? Sin ninguna duda, es un personaje digno de ser estudiado porque las referencias públicas que existen acerca de él lo ubican como servidor público, sí, pero también como uno de los grandes Maestres de los misteriosos Illuminati y la masonería, así como practicante del satanismo y experto en imagen pública. Trabajó para el Ayuntamiento de Martha Hilda González Calderón y de Fernando Zamora y quienes lo han tratado se llevan la impresión de estar ante una persona culta y de discurso articulado. Entonces, ¿quién demonios es Melo Pagola y cuál es su influencia en el Ayuntamiento de Toluca?