El pasado 1 de julio no fue todo una fiesta democrática, hubo quien, como siempre, intentó manipular la voluntad popular cometiendo fraude al más vil y viejo estilo, falsificando votos y rellenando urnas. Hay evidencia del paso de los mapaches en Valle de Bravo, Lerma, El Oro, Nezahualcóyotl y Naucalpan, por citar los casos más grotescos y obvios. ¿Dónde está la autoridad electoral? Parece que no entienden, la gente ya no aguanta tanta transa, actúan de inmediato o la cosa se pondrá fea, el pueblo se ha empoderado y no es no. * Muchos se preguntan ¿y dónde está Ernesto? Es la hora de la rendición de cuentas, de explicar más allá del simplismo del “tsunami AMLO”, qué fue lo que pasó, en qué se falló como para perder hasta en Atlacomulco. El PRI del Estado de México recibió decenas, quizás cientos de millones de pesos para las campañas y no se vieron por ningún lado, parecería que alguien se quedó con buena parte de ese dinero. Ernesto Nemer y Guillermo Zamacona tienen que justificar peso por peso, nada de que me voy y ahí se ven. A las explicaciones políticas hay que sumarle las administrativas. * El que ya ni la burla perdona es el gurú del panismo local, Luis Felipe Bravo Mena, a quien elección tras elección los mexiquenses le dicen que no lo quieren, pero no entiende o se hace el que no entiende y no quiere soltar la ubre del presupuesto. Es un dinosaurio azul que poco o nada ha hecho por el Estado de México, aunque ha hecho del PAN un negocio particular para disfrute propio y de su familia. Otra vez lo reprobaron en las urnas, a ver si ahora sí entiende y se jubila. * La cúpula priista se reunió para fijar postura públicamente después de la paliza, y llamó la atención que por el Estado de México sólo dieran la cara públicamente, en la conferencia de prensa, el gobernador Alfredo del Mazo y el diputado Carlos Iriarte. No estuvieron visibles Ernesto Nemer, Ana Lilia Herrera, Eruviel Ávila, Luis Videgaray, José Manzur, Aurelio Nuño, Frank Guzmán, Luis Miranda, Emilio Chuayffet y toda la pléyade que ha mangoneado a ese partido en el Estado de México los últimos años. * No hay que perder de vista al presidente de Morena en el Edoméx, Horacio Duarte, quien en menos de 18 meses colocó a su partido como primera fuerza política y se quedó a centímetros de ganar la gubernatura con Delfina Gómez, y en sus segundas elecciones arrasó bronceando al territorio mexiquense, dejándolo muy moreno. Horacio será diputado federal y prospecto a coordinar la poderosa bancada, así como también podría se incorporado al gabinete. Lo que sea hay que seguirle la pista porque es muy probable que en el futuro sea candidato a gobernador, se lo ha ganado a pulso.